Según un nuevo informe de Smithers, autoridad mundial en el sector de la impresión (www.smithers.com), se prevé que los ingresos procedentes de la impresión offset en hojas alcance los 310.900 millones de dólares a nivel mundial en 2025. La impresión offset, que sigue siendo el proceso de impresión analógico más utilizado, se enfrenta a retos en muchas aplicaciones, incluida la competencia de las prensas digitales, cuyas ventas en 2025 se prevén en 175.200 millones de dólares.

El nuevo informe, The Future of Digital vs. Offset Printing to 2029 hace un seguimiento de las perspectivas comerciales y tecnológicas de ambos sectores durante los próximos cinco años. Cuantifica el volumen y el valor del mercado actual y futuro por proceso de impresión, aplicación de uso final y región. La disrupción económica provocada por la COVID-19 ha reducido drásticamente los volúmenes de impresión. La producción mundial cayó de 49,0 billones de equivalentes de A4 en 2019 a 44,1 billones en 2024 y tiene pocas perspectivas de recuperación a los niveles previos a la pandemia.

El offset se vio significativamente afectado por esto, con importantes caídas tanto en volumen como en valor, especialmente para la impresión de periódicos y revistas. La tecnología digital está desplazando directamente a la litografía en varias aplicaciones, en particular mediante el uso de la inyección de tinta para la impresión a demanda de libros, publicidad e impresión transaccional. Esto se compensará parcialmente con la nueva demanda de litografía de hojas sueltas para el embalaje, pero aquí también compite con el huecograbado y la flexografía.

Aunque mucho se ha hablado de que el digital acabará superando al offset en los últimos tiempos también han surgido voces que predicen que la impresión digital nunca acabará con la impresión offset si no que será un complemento. Si lo dicen empresas como HP, Landa o Ricoh igual será verdad.