El pasado viernes 7 de junio finalizó drupa después de 11 días de celebración. Según los organizadores participaron cerca de 1700 expositores y 170.000 visitantes. Teniendo en cuenta que la previsión era superar los 250.000 de la última edición de 2016 los resultados no han sido los esperados. Quizá haya tenido que ver en la bajada de visitantes los altos precios de los desplazamientos y los hoteles y sea un punto a mejorar de cara a la próxima edición de 2028.

Sin embargo, la alta capacidad de decisión de los visitantes ha proporcionado muchas adquisiciones de equipos con cifras récord. De hecho, muchos expositores informaron haber firmado contratos que superaron significativamente sus expectativas, y en algunos casos, los objetivos de ventas fijados ya se alcanzaron en los primeros días de la feria. Y es que ningún otro lugar ofrece la oportunidad de hacer tantos nuevos contactos internacionales de todo el mundo en tan poco tiempo en un solo lugar, lo que ha generado una atmosfera muy positiva entre visitantes y expositores.

Ha sido una drupa en la que se han presentado múltiples alianzas entre empresas para desarrollos comunes como Canon y Heidelberg, y Fujifilm y Barberán, entre otras muchas y también una drupa en la que la impresión de packaging ha jugado un papel preponderante. Por eso no es de extrañar que haya aumentado mucho la cantidad de visitantes procedentes de la industria del embalaje. La automatización y la digitalización también han estado muy presentes en todos los stands y la sostenibilidad ha sido la palabra de moda.

Para la edición del 2028 veremos qué cambios nos esperan, porque está claro que esta feria es un imprescindible del sector, pero el mundo y el sector ha cambiado y ya no moviliza a tantos visitantes, y en cambio sí que ha atraído a muchos más expositores asiáticos con stands y tecnologías equiparables a las de las marcas europeas. Quedan cuatro años para descubrirlo.