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ASEFAPI solicita el fin de la sobrerregulación europea y hace un llamado a un marco de sostenibilidad que no ponga en peligro la viabilidad de muchas pymes a corto plazo

  • Publicado el 08 de Agosto de 2024

Las regulaciones excesivas y las cargas regulatorias son áreas principales de acción para fomentar el crecimiento de las empresas europeas. Con motivo de la formación del nuevo Parlamento Europeo, ASEFAPI se suma a las propuestas para el nuevo mandato legislativo en la Unión Europea, que se extenderá hasta 2029. Dado que será necesario actualizar las prioridades del proyecto comunitario, ASEFAPI insta a los grupos políticos que conforman el nuevo Parlamento Europeo a trabajar para poner fin a la sobrerregulación que aqueja a la UE, minando la competitividad de sus empresas. Asimismo, advierte del riesgo de que las políticas de sostenibilidad puedan poner en peligro la viabilidad de muchas pymes a corto plazo, provocando una pérdida irreversible del tejido productivo.

ASEFAPI solicita el fin de la sobrerregulación europea y hace un llamado a un marco de sostenibilidad que no ponga en peligro la viabilidad de muchas pymes a corto plazo

Europa ya no tiene el mismo peso en la economía global que tenía en el pasado. Por lo tanto, ASEFAPI considera que el impulso a la importancia económica debe basarse en dos cuestiones básicas: valorar las sinergias europeas y una estrategia basada en la competitividad. Esto requiere un marco regulatorio eficiente que evite la sobrerregulación y elimine cargas innecesarias. Para eliminar los obstáculos que pesan sobre la actividad empresarial, se necesita más mercado único, más coordinación política, más claridad respecto a las reglas del juego y más apoyo a las pymes, la piedra angular de la creación de riqueza y empleo en Europa.

La propuesta que apoya ASEFAPI para el nuevo ciclo político incluye cinco puntos de acción necesarios para mejorar el entorno en el que operan las pymes: Competitividad primero. ASEFAPI aboga por hacer de la competitividad un objetivo prioritario. Para ello, es urgente frenar las regulaciones excesivas, establecer reglas claras y fáciles de entender, desplegar un marco fiscal atractivo y motivador, guiar la actividad en el mercado único con reglas comunes, impedir que las empresas europeas compitan en condiciones desiguales con las del resto del mundo, impulsar la I+D+i, crear una política industrial europea adaptada a las nuevas realidades, desarrollar una red de infraestructuras transeuropea, asegurar el suministro de materias primas a precios competitivos y trabajar para lograr un verdadero mercado único.

Poner fin a la avalancha regulatoria europea. ASEFAPI cree que no solo genera complejidad e incertidumbre, sino que también resulta en una mayor fragmentación del mercado europeo, contrario al resultado pretendido. Esta situación es especialmente perjudicial para las pymes, que tienen menos capacidad material para gestionar la variabilidad regulatoria. Recientemente las prioridades políticas no están relacionadas con la realidad del tejido productivo, compuesto por pequeñas y medianas empresas. Por lo tanto, abogamos por un marco regulatorio claro, simple y predecible, basado en una visión a largo plazo que aumente la coherencia regulatoria y minimice las cargas administrativas y los requisitos de información.

Pensar en pequeño primero. ASEFAPI defiende el principio de «pensar en pequeño primero» reconociendo que la mayor parte del tejido productivo europeo está compuesto por empresas muy pequeñas. Una iniciativa no puede ser buena para Europa si no es buena para las pymes. Las grandes compañías necesitan también de las pymes, entre las que se encuentran un numero importante de clientes y de suministradores.

Crecimiento empresarial. Una economía fuerte y competitiva se basa en tener empresas más grandes que generen más empleo y mayor prosperidad y bienestar para la sociedad. Es necesario que el conjunto de políticas fomente el crecimiento empresarial y los deseos de de atraer importantes inversiones. Para ello, es crucial relajar los umbrales regulatorios que frenan las aspiraciones de crecimiento. El liderazgo económico y político van de la mano, y Europa no puede tener una voz respetada en el mundo si continúa perdiendo importancia económica. El objetivo principal debe ser el logro de un crecimiento económico sólido y saludable que sea fuente de más bienestar para los europeos y mayor influencia en las decisiones globales.

Sostenibilidad. En términos de sostenibilidad, es esencial encontrar un equilibrio para que su consecución no se traduzca en mayores costes y cargas inasumibles para las empresas europeas. Es urgente reflexionar sobre las políticas de sostenibilidad para evitar que afecten negativamente la viabilidad empresarial a corto plazo. Las prioridades no son las mismas en todos los países, creando un marco competitivo desfavorable para las empresas europeas que tienen que enfrentarse a estándares mucho más estrictos como en muchos casos sucede en España. Por lo tanto, es urgente adaptar el cronograma de la transición verde, establecer un marco legal simple, estable y predecible, y preferir los incentivos sobre las medidas impuestas.

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